“Eilis había supuesto que viviría en la ciudad toda la vida, como su madre, que conocería a todo el mundo, tendría los mismos amigos y vecinos, la misma rutina diaria en las mismas calles.
Esperaba encontrar trabajo en la ciudad y después casarse, dejar el trabajo y tener hijos.
Y ahora se sentía como si hubiera sido elegida para algo y no estaba en absoluto preparada, y eso, a pesar del miedo que la invadía, le provocaba un sentimiento, o más bien una serie de sentimientos, que creía debían de ser los que experimentaría cuando se acercara el día de la boda.”
Esperaba encontrar trabajo en la ciudad y después casarse, dejar el trabajo y tener hijos.
Y ahora se sentía como si hubiera sido elegida para algo y no estaba en absoluto preparada, y eso, a pesar del miedo que la invadía, le provocaba un sentimiento, o más bien una serie de sentimientos, que creía debían de ser los que experimentaría cuando se acercara el día de la boda.”
Empleada en unos grandes almacenes, estudiando contabilidad en sus ratos libres, se irá adaptando a un nuevo clima, nuevas costumbres, nuevas amigas, y conocerá a Tony, un italiano bien avenido del que se enamorará o creerá enamorarse.
Y cuando ya todo parece estar en su lugar, el destino empezará a hacer de las suyas y Eilis se verá obligada a regresar a su Irlanda natal.
¿Que le esperará a Eilis en Brooklyn? ¿Se arrepentirá de haberse marchado?