Conoce a Dewey leemáslibros, el gato que inspiró el título de mi blog


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6 de enero de 2015

"BLAINE (CRÓNICAS DE UN VAMPIRO REAL)" de Micky Bane





"Me costó mucho comenzar a escribir. La decisión de revelar mi vida, la de un vampiro verdadero, puede costarme la vida. Es muy probable que cuando esto sea publicado, si alguna vez ocurre y mi texto no se pierde en el olvido, yo esté muerto por segunda vez.

Amo a los mortales, extraño ser uno. Si quiero contarlo todo no es por ningún ánimo de destacar, sino porque estoy cansado de las medias verdades, de las falsedades que los humanos, a quienes tanto estimo, han levantado hacia los míos. Mi alma (así llamo yo a mi conciencia) acongojada comienza a recordar mi vida humana, para tratar de transportarlos al lugar donde alguna vez me encontré”
Así comienzan las crónicas de Blaine, un vampiro de alta cuna, desde su nacimiento en Lima (Perú) a mediados del siglo XVIII.

Su infancia transcurrida entre la ausencia casi perpetua de su padre y las inexistentes muestras de cariño por parte de su madre Josefina, una mujer dura, egoísta, y de naturaleza lasciva. Una adolescencia si cabe hasta peor, con las infidelidades constantes de su Josefina delante de sus narices y algo que de por sí tendría que haber sido maravilloso, como el descubrimiento del amor puro, verdadero y correspondido de su adorada Gloria, pero que se convirtió en la peor de sus pesadillas, el peor de los sufrimientos, por la muerte prematura de ésta.

Un sufrimiento que el mismísimo Conde Drácula, el “Bebedor” más famoso del mundo, vino a paliar cuando al fin dio con él y su caótica vida mortal. Su ofrecimiento: el poder, la inmortalidad. El reclamo irrechazable: su querida Gloria de nuevo ante sus ojos, más bella que nunca y viva, muy viva. Pero ¿a cambio de qué? De convertirse en su descendiente, el Rey de todos los vampiros. Un precio demasiado alto.
“Éramos como una réplica exacta de lo que alguna vez fuimos como mortales, aunque sin el alma, que era lo que daba la importancia divina a nuestros seres. Ya nada nos unía realmente salvo nuestra condición de Bebedores. Nuestros cuerpos, idénticos a los de nuestra Primera Vida y que debieron pudrirse sin remedio, eran cascarones vacíos con una fuerza maléfica que nos permitía movernos, pensar y actuar como lo hacen los vivos. La réplica exacta de nuestra figura mortal, sin alma, sin espíritu; con la fuerza de la sangre moviéndonos a través del camino de la vida eterna para poder actuar y enfrentarnos a ella, sobreviviendo, subsistiendo”

Y es que convertirse en el sucesor de Drácula, no va a resultar tarea fácil, vaya que no. Su nuevo caminar atraerá junto a él a gente maravillosa, como su querida y sabia niña Fernanda, su incondicional Casiano, en definitiva los componentes del famoso “Clan Divino” capaces de ofrecerle tanto amor y protección…

Pero también a gente indeseable, con una maldad inimaginable, como Felipe Dos Santos, que ansía con aniquilar a todos los Plebeyos  (vampiros que no nacieron como tales, sino que fueron convertidos por otro vampiro), entre ellos Christian y el propio Conde, para que los Puros (aquellos que descienden de padres vampiros) dominen el mundo.

Y así Blaine, se verá rodeado de una espiral de odio, destrucción y muerte, a años luz de esa vida pacífica y tranquila que él desea tener.

¿Conseguirá el Clan Divino al completo salir adelante y derrotar a todos los que apuestan por hacerles desaparecer, por destruirlos?